Para Javier Sinay viajar no era una aspiración prioritaria. Sin embargo, un día de 2017 metió unas pocas cosas en una mochila y emprendió una travesía desmesurada. ¿El motivo? Una mujer llamada Higashi, su pareja, que pasaría todo ese año en Kioto dedicada a estudiar la ceremonia del té. Si él era capaz de ir a buscar a una mujer al otro extremo del mundo, ¿qué cosas atroces, magníficas, inesperadas son capaces de hacer las personas por amor?